No me gustan los días grises como hoy.
No me gustan los días grises, tan feos, tan extraños.
Días de lluvia en verano, contranaturales. Innecesariamente inverosímiles.
Grises como los días, en los que la tristeza no me deja existir.
Perdidos y malditos, como la mentira, la hipocresía, la injusticia.
Me gusta el sol, me conforta, anima mi existencia.
La luminosidad de sus rayos, me da la vida.
Me seduce la sensación del sol acariciando mi piel.
Que lentamente broncee los claroscuros de mi alma.
Definitivamente, vivir y dejar vivir. No es tiempo de grises.
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