Hoy es un día francamente especial.
A cada uno le gusta lo que le gusta y le duele lo que le duele y en realidad no puedo explicar lo que se siente si no compartes mi locura.
Hoy es la última vez que acudo al Estadio Vicente Calderón a ver un partido oficial del Atlético de Madrid.
Hoy es la última vez que acudo al Estadio Vicente Calderón a ver un partido oficial del Atlético de Madrid.
Es un día agridulce. Agrio, porque las despedidas nunca fueron buenas, porque las circunstancias hacen que venga solo sin mi hermana que me ha acompañado tantas y tantas veces, por saber que no volveré aquí para llorar o gritar. No volveré para cantar a los que luchan como hermanos, porque nadie sabía su nombre cuando el equipo sufría. Porque aquí sabemos lo que es sufrir pero también lo que es ganar y ganar y ganar y ganar y ganar y volver a ganar ....................
Por saber cierto que derribaran mí casa, por justo eso, por saber que no volveré.
Por saber cierto que derribaran mí casa, por justo eso, por saber que no volveré.
Dulce, porque es para mejor, porque nada como el olor a nuevo, porque lo mejor está aún por llegar, porque seguiremos haciendo camino e historia en el nuevo Metropolitano.
Dedicado a mis atléticos de corazón, desde mi madre que me trajo al Calderón aún dentro de su vientre hasta el último que hoy sabe lo que me pasa, pues ha vivido dentro del calderón con pasión, Calderón que es su casa.
Dedicado a mis atléticos de corazón, desde mi madre que me trajo al Calderón aún dentro de su vientre hasta el último que hoy sabe lo que me pasa, pues ha vivido dentro del calderón con pasión, Calderón que es su casa.
Madrid a 6 de mayo de 2017
Carlos Elipe Pérez
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