Ir al límite, entre el deseo ferviente y la pasión. No bajar nunca la cabeza. Estar siempre a la expectativa. Explorar o estar en la antesala.
Mi mente, no deja de dar vueltas. Mi alma no se apacigua. Tantos besos aparcados, tantos abrazos reprimidos. La necesidad de ser amado, de ser correspondido. La entereza de mostrarse tal cual.
No es fácil volver abrir el alma, entregar el corazón, después del sufrimiento, de la penitencia impuesta por la vida. Es ardua tarea de madurez, el cerrar etapas y estar libre de cargas para abordar nuevos territorios. Donde se mezcla lo que soy, lo que siento y lo que necesito. Derribar muros y asaltar barricadas.
Y aun así no cambiaría el estado de mi alma. Por nada, pese a parecer cansado, pese a parecer estar agotado por el sueño. Distante por necesidad.
Y tras ratos eternos de espera, atracarás ante mis ojos. Será en cualquier momento y no quiero, que me encuentre adormecido. Mágico instante.
Cruce velado de sentimientos ganado a la noche. Me dejaré llevar. Por haber arriesgando, me miraran tus ojos y mantendré la mirada. Me besaran tus labios y serás correspondida.
Y cuando llegues, no perder la cabeza, ser uno mismo, ser especial.
Que el camino, que queda por recorrer, lo sea contigo.
Hoy transito por la vida dejando entrevelados deseos de victoria. Preparo mi discurso, calibro posibilidades. ¡Lo que ansío encontrarte!
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario