QUEBRANDO PALABRAS

No pretendo dar consejos ni lecciones. No proyecto poseer la razón. Ni pido nunca perdón por los errores que no cometí. Nunca pensé que mi vida ha sido un error.

Lo aquí resumido, son propósitos de enmienda para mi mismo. Son resumen constante de la lectura diaria de mi inventario.

Hoy edifico en propiedad neutral, sacudido por un pasado que me hace vacilar, lo que quisiera como futuro ideal, mi tierra de los sueños prometidos. Ayuda para luchar contra la inercia existencial que aniquila mis anhelos de felicidad.

Planteo de que sirve ese futuro perfecto, si la base donde lo asiento se convierte en ilegal y donde las dudas del pasado no termina de volatilizarse.

Yo me defiendo atacando el día a día, quebrando palabras, inventando plañidos de amor, que quieran decir por mi, lo que yo no me atrevo a decir. Intentando que esas composiciones hagan por mí, lo que yo yermo de pasión, ya no puedo. De procurarme, que al volver la vista a lo que no volverá, tener la sensación de que nunca es demasiado tarde, de no haberme quedado con existenciales deudas.

Hoy me sorprendo diciendo que no, pero sigo dispuesto a que la pasión arremeta contra los muros de mi corazón.