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Me enfrento a este lance de líneas en blanco, cuan ave Fénix encarcelado. Las letras salen de mi alma, se convierten en el combustible que inflama mis alas, generan la energía necesaria para reflotar de mi letargo.
Cada día navego entre mis pensamientos con la ingenuidad que el que amanece, será el definitivo, será en el que se resuelvan los intangibles que amenazan mi cordura.
Mientras tanto, miro la vida pasar desde mi atalaya prefabricada de cables, ramales y experiencias, dejando que la calma de nuevo me invada, inundando todo lo que toco. Entender mi propio mundo, esclarecer mis sentimientos, acomodar los recuerdos. Trabajo arduo que ahora entretiene mi vulgar existencia. Reencontrarme con el hambre de comerme a bocados el mañana.
Y llega el ocaso y el resumen se plagia con el anterior. Pero no decaerá la esperanza. Sigo pensando que la vida es para los valientes.
Un nuevo atardecer rosáceo,
Sentimientos que se muestran reales,
Distancia que acorta el mañana,
Palabras que en mi boca parecen usuales.
Mentiras, proclamas al viento
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Hacía tiempo que no entraba a dar de comer a tus peces y me ha sorprendido el cambio de imagen de tu blog. Me gusta. Más claro, con más luz...ójala sea un reflejo de lo que está sucediendo en tu interior. A.P.
ResponderEliminarGraciassssssssssssss A.P.
ResponderEliminarNo hay mas que decir, ya que aciertas. A ver si nos vemos por esas montañas de la sierra madrileña.
Desde mi Atalaya.. he mirado, he leido y te he encontrado...así que estoy encantada!
ResponderEliminarun saludo.
Uuuummmmm. Geniallllllllllllll
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