lunes, 18 de enero de 2010

NO HA SIDO UN DÍA CUALQUIERA

Hoy la vida me ha puesto a prueba. Como un puñal lacerante, su aparición ante mis ojos, consigue hacer estragos en mi alma. Hoy me has hecho sentir como la primera vez que se me precipitó excitado el corazón. Te he sentido cerca. Ver tus brillantes ojos, tus labios carnosos recién pintados, exhalando una respiración entrecortada. Un solo instante ha sido suficiente.

Te acercas despacio, como maniqui de pasarela, me rozas con tu mano y todo se trasforma. Se estremece por completo la existencia peregrina de un alma inquieta, se transforman los sentidos, se tambalean los cimientos más profundos.


Y tras un rato a las puertas del edén añorado, regreso a casa, solo y en silencio. Confundido por no haberme atrevido a dar el paso, por no haberme abalanzado sobre sus labios y besarte.

Escribiré poemas de amor pensando en tu mirada, escucharé tu voz allá donde yo esté vagando y por mi almohada, desearé que vengas a visitarme en sueños.

Has venido a revolver mi alma, y yo me dejo llevar. Ha brotado en mí un torrente inmenso de ganas de sentir.

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