Como la corriente de caudaloso río, todo está cambiando, nada se detiene y siempre hacia delante. Caudal de días en los que estar contento es obligación. Pero es la pena cobijada a hurtadillas la que convive conmigo. Hoy más que nunca, enseña sus garras y sepulta mi alma. Dolor que se agiganta, incrementando su presión sobre mis huesos, mis pensamientos y mis respiraciones. Lo que ayer era blanco, hoy parece negro. Lo que hoy parece negro, mañana será blanco.
Solo rodeado de tanta gente. Ahora que prisionero estoy en el yermo páramo del amor, y que nadie me escolta al despertar, confió de nuevo en que llegara quien vea en mí su otra mitad. La razón se nubla y no creo en más felicidad que en su presencia. Me aferro a pensar que no hay nada mejor que transitar acompañado por los ojos del para siempre. La espera desespera mi existencia y hace errar mis sentidos.
Espero con ansia que mañana el sol que se presente al alba, sea capaz de calentar por fin mi existencia como tanto he deseado. Lo demando y ya si es posible. Vivir el día a día. Cual aventurero, romántico caballero, hoy vivo sin temores, a la espera de lo que sucederá mañana.
Se lo que quiero, se lo que necesito, se donde voy. Pero nadie me acompaña.
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Conmovedor. Casi pude escucharte decir esas palabras. Simplemente….brillante!!
ResponderEliminarRonroneos de admiración.
Sabes que yo SIEMPRE te acompañaré...
ResponderEliminarBeso de Princesa Ttukun a mi prícipe de miles de colores...