Sentado en la barra del bar de la esquina, degusto un cerveza y unas olivas a la hora del aperitivo. Miro la vida pasar a través del ventanal acrisolado. Un grupo de críos corre tras una desvencijada pelota. El ruido de un tubo de escape de un motero trasnochado inunda la tranquilidad de los últimos penitentes veraniegos que cual lagartos aprovechan los últimos escorzos del sol de otoño en la terraza del bar.
Por la puerta entran los amigos, risueños. Entre risas comentan el peinado de Adolfo, retocado por el viento que se ha levantado y que deja acta en las hojas de los árboles. Lo tiene como si nunca se hubiera peinado.
Nada tan genuino como las cervezas de las trece horas con los amigos en aperitivo sabatino. Las historias que se narran denotan la edad de los asistentes. De alguna hace tanto tiempo que ni siquiera puedo recordarla.
Y hoy a sucedido. Nos han dado la noticia. Ana y Andrés están embarazados. ¡¡Vamos a ser tíos!!! Pero de los sobrinos que molan. De los de darles caprichos y chuches. Sobrinos jugones. Y si les duele el estomago que les cuiden sus padres.
Como me gustan los aperitivos. Las noticias mejor con sabor a olivas y cerveza.
Por que la vida puede ser maravillosa.
que bien...me alegro que lo que te rodee sean buenas noticias.
ResponderEliminarun besote.