Las luces de los coches, que se cruzan en mi camino deslumbraban mis ya cansados ojos.
El viaje por carretera se estaba convirtiendo en interminable, casi eterno.
Lucia potente el sol en lo alto de nuestras cabezas cuan iniciaba el camino y hacia rato que se había puesto mas allá del horizonte.
A estas alturas, cierto es, que no quedaba demasiado para llegar, pero no parecía que esto fuera a pasar nunca.
Sin embargo, todo me parece positivo. No por los resultado del viaje o lo bueno de hacerlo, si no por saber que alguien me estaba esperando al regresar.
_
No hay comentarios:
Publicar un comentario