jueves, 9 de septiembre de 2010

DIARIO DE VIAJE

Del diario de viaje. Página 25, Día 7.

Llega el anochecer. Cena tranquila y reposada a base de ensalada, pollo con setas y tartar.

Terminamos el día despacito, con una manzanilla en la hostería, entre sus maderas y las velas, mirándonos a los ojos, sin decir palabra alguna.

La princesa rendida por el cansancio, se retira a sus aposentos, mientras el escribano, recuerda, recrea, relata y borronea estas líneas en la terraza, a la tenue luz de las velas, bajo la atenta mirada de la luna y de las nubes que esta noche esconden las estrellas.

Enciendo el último cigarro, recostándome placidamente en el sillón que me cobija, mientras el frescor de la montaña acaricia mi cara y mis tobillos.

Mañana será otro día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario