Ondas de radios
clandestinas,
recitativas
melodías paranoicas,ruido y más ruido.
Y sin embargo,
como dos islas
de un mar lejano,que les es inhóspito y despiadado,
tu y yo, altivos, orgullosos.
Nos acoge una
noche eterna,
donde un beso
que ya es tuyo,bajo constelaciones de valientes,
sin que sea yo quien huyo,
de tu abrazo clandestino.
lleno de pasión y de color,
sonrisas y ternura,
suavidad de una piel,
que entre sus valles y colinas,
acrisolan y enervan mi locura.
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