y todo cambio para siempre.
Como la lluvia de verano que cala mis huesos,
alcanzaste mi vida, así, de sorpresa y sin remedio,
como un halo de luz cegador,
intenso, sin medida.
Tempestad desgarradora,
bocanada de aire puro y limpio,
llena de pasión, completa de sentido.
abrasadora sensación de bienestar.
Fuiste esa que invadió mi mundo.
a los envites furibundos del destino,
donde mi alma descansa cada ocaso,
regazo de paz y de ternura,
mujer que agitas tu bandera
a un son que quiero para siempre.
No hace falta que te susurre al oído
para que sepas lo que pienso,
por que hoy, todo lo que tocas en mi,
se convierte en magia.